Él tiene treinta años, vive solo en un apto que su mamá le ayuda a pagar. Sobrevive de ser freelance y por eso se muere de hambre. Tiene una perra. Siempre quiso ser músico pero no tiene ni el oído ni la voz. Es abstencionista por convicción aunque ha votado convencido por sus amigos y sin saber bien ni por quien, lo hizo cuando era muy joven para si quiera saber que lo que hacía era estúpido. No ve ni lee noticias pero a veces se ve obligado a hablar de actualidad con las pocas personas con las que habla. No le gusta leer pero le gusta comprar libros. Le da miedo hablar con la gente, pero se enamora de todas las chicas que ve. Toma Omeoprazol, Fluoxetina, Ibuprofeno. Le fascina la cerveza. Pasó por cinco carreras. Le tiene pesar a todos los perros que ve. Ve mucha tv. Cuando está nervioso pone su dedo en la oreja. Le encantan los videojuegos y comer salsas crudas. Tiene gafas y se hecha gotas de lágrimas artificiales para humedecer sus ojos, lo hace impulsivamente. Le molestan ciertos ruidos, tan solo no los puede soportar, le llegan a los nervios. Sus amigos lo alaban y se siente identificado con Leopoldo. No quiere trabajar fijamente en algo, por miedo a perder su inspiración. Quizá si no se dedica a ser cantante pueda ser poeta.
Nocturno III José Asunción Silva Una noche Una noche toda llena de perfumes, Una noche En que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas, A mi lado lentamente, contra mí ceñida, toda, Muda y pálida Como si un presentimiento de amarguras infinitas, Hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara, Por la senda florecida que atraviesa la llanura Caminabas, Y la luna llena Por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca, Y tu sombra Fina y lánguida, Y mi sombra Por los rayos de la luna proyectada Sobre las arenas tristes De la senda se juntaban Y eran una Y eran una Y eran una sola sombra larga! Y eran una sola sombra larga! Y eran una sola sombra larga! Esta noche Solo, el alma, Llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte, Separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia, Por el infinito negro Donde nuestra voz no alcanza, Solo y mudo Por la senda caminaba, Y se...
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