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diario: dec 30 12

Me gusta ver cómo el viento mese los árboles. Me gusta cómo se mueven las nubes en el cielo. Esa fuerza de la naturaleza me hacen sentir pequeña, perdida en el universo. Puedo sentir entonces que nada de lo que haga dejará ninguna marca, nada de lo que intente ensuciará ni maltratará al mundo. Puedo sentir que soy liviana y que nada es eterno; que todo es ligero. Puedo sentirme como una niña dentro de un castillo inflable siendo capaz de lanzar mil golpes, de saltar y de ser libre sin miedo a que mis actos cambien mi entorno, sin miedo a que todo lo bueno explote y se pierda para siempre.

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Poema - Nocturno III

Nocturno III José Asunción Silva Una noche Una noche toda llena de perfumes,  Una noche En que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas,  A mi lado lentamente, contra mí ceñida, toda,  Muda y pálida Como si un presentimiento de amarguras infinitas, Hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara, Por la senda florecida que atraviesa la llanura Caminabas, Y la luna llena Por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca, Y tu sombra Fina y lánguida, Y mi sombra Por los rayos de la luna proyectada Sobre las arenas tristes De la senda se juntaban Y eran una Y eran una Y eran una sola sombra larga! Y eran una sola sombra larga! Y eran una sola sombra larga! Esta noche Solo, el alma, Llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte, Separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia, Por el infinito negro Donde nuestra voz no alcanza, Solo y mudo Por la senda caminaba, Y se...