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cita: Vila-Matas

[...] las historias de amor que los lectores de hoy exigen todavía a las novelas. Todos esos benditos lectores se quejan, según me han dicho, cuando ven que las historias de amor apenas aparecen en las novelas que compran. Como puede que muchos de ustedes sean lectores de los que exigen historias de amor en lo que leen o escuchan, yo he venido hoy aquí esta noche con el encargo por parte de Monsieut Tongoy de no escamotearles una historia de amor.

p 227 - 228
Enrique Vila-Matas
El mal de Montano
Anagrama, 2002

¡Reloj imbécil, camina infame! Tus punteros negros como alas de cuervo se estacionan en cada minuto interminable. ¡Tengo ímpetus de arrojarte lejos, de pisotearte! ¡Irónico, mordaz, impasible enemigo de los que sufren, no tienes piedad! Cuando nos ves felices te haces liviano, tus minuteros vuelan... ¡Eres perverso infesto del demonio!

p. 235
Teresa Wilms Montt
Enrique Vila-Matas
El mal de Montano
Anagrama, 2002


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Nocturno III José Asunción Silva Una noche Una noche toda llena de perfumes,  Una noche En que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas,  A mi lado lentamente, contra mí ceñida, toda,  Muda y pálida Como si un presentimiento de amarguras infinitas, Hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara, Por la senda florecida que atraviesa la llanura Caminabas, Y la luna llena Por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca, Y tu sombra Fina y lánguida, Y mi sombra Por los rayos de la luna proyectada Sobre las arenas tristes De la senda se juntaban Y eran una Y eran una Y eran una sola sombra larga! Y eran una sola sombra larga! Y eran una sola sombra larga! Esta noche Solo, el alma, Llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte, Separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia, Por el infinito negro Donde nuestra voz no alcanza, Solo y mudo Por la senda caminaba, Y se...