¿Por qué me preocupa lo que los demás puedan pensar de mí?
Algunas veces dependo de su compañía pero también es cierto que la mayoría de las respuestas de las personas están más relacionadas con las situaciones vigentes que con las pasadas, importa más lo que estén pensando y sintiendo en el momento en que necesito interaccionar con ellas que lo que haya sucedido hace unos días, o más.
¿De dónde viene el sentido de comunidad que tenemos los seres humanos?
Quizá más que los seres humanos, lo tienen los grupos de seres vivos, como cuando las gatas nos buscan para estar con nosotros, como si necesitaran compañía. Leí: por las noches siento que soy invisible, nadie me puede ver, ni oir, siento que desaparezco...
¿Cómo puedo salirme de mí misma y crear algo diferente?
¿Es necesario repetirnos a nosotros mismos hasta el cansancio?¿Por qué lo hacemos?
Unos viven, otros piensan.
¿cómo puedo cambiar lo que soy?
Hasta qué punto puede llegar a racionalizarse todo. Como escritor hay que buscar experimentar muchas sensaciones, hay que llegar a conocer situaciones e ideas que te permitan describir esas sensaciones y vivencias, hay que ser traductor, un intermediario, un puente entre dos mundos, un puente móvil, adaptable. Como escritores hay que abarcar muchos conocimientos, hay que llegar a racionalizar constantemente todo. Hay que transformar el mundo, el universo y el ser en palabras. Por lo tanto hay que conocer las palabras. Cómo se relacionan unas con otras, cómo se utilizan camunmente y cómo se deben utilizar para lograr una mayor claridad.
Pero entonces eso significa que uno debe estar leyendo continuamente, que debe al mismo tiempo estar reflexionando sobre el lenguaje, que debe permanecer estudiando e investigando y que al mismo tiempo debe estar escribiendo. Cada una de estas actividades por sí solas te podrían consumir el cien por ciento del tiempo, pero si quieres ser un escritor no te puedes dar ese lujo a pesar de que te lo deberías dar. Deberías despertarte a leer y leer todo el día sin descanso, Deberías despertarte a investigar y reflecionar sobre el lenguaje sin pausas. Deberías despertarte a observar y a escuchar, a percibir sin que nada se interponga entre tú y tu continua experimentación de la vida. Pero por encima de todo deberías sentarte y escribir. Escribir y escribir. Porque es escribiendo que vas a lograr tener una producción y con ella poder decir que eres un escritor. Si no escribes, por definición no eres un escritor. Ahora bien, para escribir hay que tener un tema y una base. Escribir no es sentarse a dibujar pequeños caracteres en una hoja o en una pantalla. Escribir requiere de un trabajo mental. Hay que imaginar, deducir, inferir, analizar, conjeturar, investigar, inventar, opinar y describir, entre muchas otras acciones igualmente exigentes. Por lo tanto el escribir no es sólo mover las manos para plasmar lo primero que se te viene a la cabeza. Sin embargo, ello también está relacionado. En ocasiones puedes dejar que todo fluya. Que las ideas salgan y se dediquen a descansar ahí en el papel tal y como cayeron, sin ninguna formalidad extra, sin ortografía rebuscada, ni redacción. Como cuando un hombre se tira en su cama después de haber quedado completamente exhausto al terminar de trabajar y al haber llegado a su casa tras una hora de camino.
Hay que tener en cuenta el nivel afectivo de las palabras
los músicos como poetas postmodernos
los músicos poetas de todos los tiempos.
Recordar la sonoridad, lo evocativo y lo subjetivo.
Algunas veces dependo de su compañía pero también es cierto que la mayoría de las respuestas de las personas están más relacionadas con las situaciones vigentes que con las pasadas, importa más lo que estén pensando y sintiendo en el momento en que necesito interaccionar con ellas que lo que haya sucedido hace unos días, o más.
¿De dónde viene el sentido de comunidad que tenemos los seres humanos?
Quizá más que los seres humanos, lo tienen los grupos de seres vivos, como cuando las gatas nos buscan para estar con nosotros, como si necesitaran compañía. Leí: por las noches siento que soy invisible, nadie me puede ver, ni oir, siento que desaparezco...
¿Cómo puedo salirme de mí misma y crear algo diferente?
¿Es necesario repetirnos a nosotros mismos hasta el cansancio?¿Por qué lo hacemos?
Unos viven, otros piensan.
¿cómo puedo cambiar lo que soy?
Hasta qué punto puede llegar a racionalizarse todo. Como escritor hay que buscar experimentar muchas sensaciones, hay que llegar a conocer situaciones e ideas que te permitan describir esas sensaciones y vivencias, hay que ser traductor, un intermediario, un puente entre dos mundos, un puente móvil, adaptable. Como escritores hay que abarcar muchos conocimientos, hay que llegar a racionalizar constantemente todo. Hay que transformar el mundo, el universo y el ser en palabras. Por lo tanto hay que conocer las palabras. Cómo se relacionan unas con otras, cómo se utilizan camunmente y cómo se deben utilizar para lograr una mayor claridad.
Pero entonces eso significa que uno debe estar leyendo continuamente, que debe al mismo tiempo estar reflexionando sobre el lenguaje, que debe permanecer estudiando e investigando y que al mismo tiempo debe estar escribiendo. Cada una de estas actividades por sí solas te podrían consumir el cien por ciento del tiempo, pero si quieres ser un escritor no te puedes dar ese lujo a pesar de que te lo deberías dar. Deberías despertarte a leer y leer todo el día sin descanso, Deberías despertarte a investigar y reflecionar sobre el lenguaje sin pausas. Deberías despertarte a observar y a escuchar, a percibir sin que nada se interponga entre tú y tu continua experimentación de la vida. Pero por encima de todo deberías sentarte y escribir. Escribir y escribir. Porque es escribiendo que vas a lograr tener una producción y con ella poder decir que eres un escritor. Si no escribes, por definición no eres un escritor. Ahora bien, para escribir hay que tener un tema y una base. Escribir no es sentarse a dibujar pequeños caracteres en una hoja o en una pantalla. Escribir requiere de un trabajo mental. Hay que imaginar, deducir, inferir, analizar, conjeturar, investigar, inventar, opinar y describir, entre muchas otras acciones igualmente exigentes. Por lo tanto el escribir no es sólo mover las manos para plasmar lo primero que se te viene a la cabeza. Sin embargo, ello también está relacionado. En ocasiones puedes dejar que todo fluya. Que las ideas salgan y se dediquen a descansar ahí en el papel tal y como cayeron, sin ninguna formalidad extra, sin ortografía rebuscada, ni redacción. Como cuando un hombre se tira en su cama después de haber quedado completamente exhausto al terminar de trabajar y al haber llegado a su casa tras una hora de camino.
Hay que tener en cuenta el nivel afectivo de las palabras
los músicos como poetas postmodernos
los músicos poetas de todos los tiempos.
Recordar la sonoridad, lo evocativo y lo subjetivo.
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